Jardines de Alfabia.
En Mallorca hay varios tesoros escondidos que los visitantes pueden disfrutar prácticamente durante todo el año y no solo durante el verano caluroso. Uno de estos tesoros son los Jardines de Alfabia, que se encuentran en el área de Buñola, a los pies de la Sierra de Tramontana, a 17 km de la capital de Palma.
La composición del patio, los jardines y los huertos han sido oficial (y merecidamente) declarados como Monumento Artístico Nacional, que garantiza la presevación de los jardines en caso de que la construcción afecte la zona en el futuro.
La familia propietaria del terreno es la familia Zaforteza. Después de que Jaime Primero conquistara las Islas Baleares, el rey concedió el terreno a su tío Nuño de Roussillon, el cual lo vendió a la familia moruna de Ben-Abet.
Después de que el terreno cambiara de manos cientos de veces, finalmente acabó en las poderosas manos de la familia Zaforteza, actuales propietarios que han cuidado de Alfabia desde el año 1700.
Los Jardines se encuentran en Buñola, en el km 17 en la carretera que va de Palma a Sóller y a pesar del nombre no son solo jardines, es algo así como una posesión con una casa preciosa y espectaculares jardines. A demás de los jardines está el huerto, imitando la tipología de granja árabe.
La villa familiar se construyó en el año 1400 y una ala se añadió en el 1600. La fachada data de la época barroca en el 1700 y fue inventada por el arquitecto Juan d’Aragó. El paso del tiempo ha dejado marcas de cada era y la casa es un conjunto de varios estilos arquitectónicos: Morisco, gótico, renacentista, barroco, romántico e incluso en algunos lugares podemos encontrar Ro cocó inglés. Desde el 1700 la casa no ha cambiado en apariencia.
Los jardines que rodean la finca son preciosos con diferentes formas. La mayoría barrocos y renacentistas, como un «giocho d’acqua», que es una especie de fuente que lanza agua por sorpresa a los visitantes inesperados.