Raor: Empieza la temporada de este bocado
Desde el 1 de septiembre y hasta el 31 de marzo se levanta la veda para pescar el raor, un manjar de la gastronomía balear. De carne blanca, suave y exquisita, esta especie, también conocida como llorito, galán o pejepeine se encuentra las aguas templadas del Mediterráneo y Atlántico.
El raor, con forma de navaja de afeitar, es muy apreciado en la cocina insular. Sus precios se han disparado en los últimos años hasta rozar los 100 € el kilo. Solo algunos pescadores profesionales se dedican a su captura por lo que la pesca del raor es fundamentalmente de carácter recreativo: en Baleares hay más de 12.000 licencias de embarcaciones recreativas.
A la caza de una joya marina
La salida de las embarcaciones en búsqueda de los primeros raors es todo un acontecimiento. En la costa mallorquina se concentran centenares de barcos en un despliegue naval sin precedentes. Los pescadores se afanan por hacerse con este manjar, que más tarde acostumbran a disfrutar en familia. La cantidad de pesca permitida por licencia y día es de 50 unidades, con un máximo de 300 por embarcación. Lo suficiente para regalarse un buen banquete.
La veda impuesta en 2020, con el fin de proteger una especie amenazada, ha mejorado su presencia en aguas del archipiélago. Además, la talla de los raors se ha incrementado de media un 20%.
Cómo saborear este pescado
La mayoría de chefs coinciden en afirmar que como mejor se puede saborear este pescado es de la forma más simple: fritos en aceite de oliva caliente. Para acompañarlo, a menudo se sirven patatas fritas en láminas, setas o pimientos verdes italianos.
Lo habitual es dejar que pasen algunas horas fuera del mar desde su captura para que se puedan cocinar bien y no se deshagan.