Muchos visitantes buscan restaurantes emblemáticos en Port d’Andratx. Fundado en 1962, el restaurante Can Pep es precisamente eso, emblemático. Seis décadas mirando al puerto natural que lo rodea. Tradición y saber hacer en cocina, el alma de cualquier restaurante. Además de su perfecta ubicación en primera línea de mar, en la principal avenida del municipio. Motivos suficientes para hablar de Can Pep como uno de los restaurantes emblemáticos en Port d’Andratx.

En Can Pep se respira cocina tradicional, casera. Los ingredientes de sus platos son de cercanía, en una isla como Mallorca, no podía ser de otra manera. Pescados como el bogavante, el atún o, en temporada, el raor. Carne de chuletón a la piedra o cordero para los más carnívoros. En definitiva, los ingredientes son parte importante para definir un restaurante emblemático. Además de su ambiente, tradición y servicio.

60 años como restaurante emblemático en Port d’Andratx

Generación tras generación, y así hasta 60 años, numerosos visitantes no pueden resistirse a volver a sentarse cada temporada a la mesa en Can Pep. Pero también sesenta años después los nuevos comensales destacan su buena relación calidad precio y lo agradable de su terraza en los meses más cálidos y soleados de Mallorca. Aunque si hay dos palabras que realmente eleven a Can Pep como uno de los restaurantes más emblemáticos en Port d’Andratx estas son trato y sabor.

Del trato, son muchas las reseñas que agradecen la humanidad de su personal. Pero del sabor… ¡tan irresistible que nadie lo olvida! La frescura de sus ensaladas, sus carnes y sus pescados -la lonja está a solo unos metros- se nota en cada creación. ¿Buscas un restaurante emblemático en Port d’Andratx? Lo has encontrado y se llama Can Pep, desde 1962.

 

Siempre hay motivos para celebrar en Can Pep sobre la terraza frente al mar. Nuestra carta de champán francés ofrece cinco opciones pensadas para ti, todas posibilidades que podrás disfrutar con tu pareja, tal vez junto a tu familia o en un almuerzo o cena con amigos.

Lujo, alegría, fiesta y distinción. El origen de la bebida burbujeante, que simboliza estos atributos, se remonta al siglo XVII cuando un monje benedictino, Dom Perignon, embotella un vino rústico capaz de burbujear tras añadirle azúcar en una segunda fermentación.

Precisamente, un Dom Perignon es lo primero que te ofrecemos. Prepara tus sentidos. Su color, amarillo dorado, es lo primero que cautiva como sus burbujas finas y abundantes. Sus notas iniciales de almendras frescas y pomelo son la antesala del anacardo y el sabor tostado que lo caracteriza. La variedad de Pinot Noir y Chardonnay son las cepas ideales para tu brindis.

Si te apetece el champán afrutado, intenso y de final amable, el Moët & Chandon Brut se ajusta a tu gusto gracias a su aroma delicado con un toque de tilo y de flor de vid. Por su parte, en la versión Moët & Chandon Brut Rosé predomina el olor a fresa del bosque y grosella con notas picantes.

Laurent-Perrier, fundada en 1812, es otra marca que está siempre a la vanguardia. Sus botellas provienen de 10 viñedos ubicados en las tierras más propicias para la producción del champán: Ambonnay, Bouzy, Louvois y Tours sur Marne.

Nuestra carta cuenta con dos tipos selectos del espumante: Laurent-Perrier Rosé y Laurent Perrier La Cuvée. El primero, afrutado con un final fresco y suave, es ideal para sellar un almuerzo agradable. Elige de nuestra carta la variedad Pinot Noir y Pinot Meunier.

Y, si vuelves a Can Pep de noche, regálate el mejor brindis con nuestro Laurent Perrier La Cuvée, una experiencia delicada y fresca con notas de cítricos y frutas blancas.

 

 

Para muchos comensales, el postre es uno de los momentos culinarios más esperados. Es el broche de oro a un buen banquete con formas y colores irresistibles. Hay quien decide saltárselo para mantener la línea, pero postre no es sinónimo de descuidar la dieta. En Can Pep elaboramos nuestra carta de dulces al detalle, con opciones para todos los gustos, incluso para esos paladares que cuidan cada caloría que ingieren. Sin dejar de lado algunas de las elaboraciones más típicas de la gastronomía local de las islas. ¿Quién puede resistirse a alguno de estos postres de Can Pep?

Tarta de chocolate. Un sabor inconfundible que no puede faltar en la carta de cualquier restaurante. Simplemente… ¡sobran las palabras!

Greixonera. Postre típico ibicenco que se elabora con ensaimadas del día anterior, azúcar, huevos, leche, canela y ralladura de limón. Además de delicioso, representa parte de la gastronomía local de Balears.

Tarta fina de manzana. Un postre que fusiona lo mejor de la fruta con el arte de la repostería. Con una fina masa de hojaldre cubierta de rodajas de manzana y el toque final del azúcar espolvoreado.

Fresas con nata o helado. De nuevo, otro postre en el que la fruta es la principal protagonista. Un clásico de entre los clásicos perfecto para cualquier momento del día.

Flambé de fresas a la pimienta verde. En este postre las fresas se flambean para adquirir ese sabor característico a licor que encanta a muchos de nuestros comensales en Can Pep.

Copa de helado. Entre los postres de Can Pep se encuentra uno de los más solicitados en verano, aunque en invierno también tiene sus seguidores. Lo complicado aquí es elegir entre los diferentes sabores que incluimos en la carta. A gusto del consumidor…

Gató de almendras. El bizcocho típico mallorquín es tan sencillo en sus ingredientes como sabroso. A base de huevo, azúcar, almendra molida y ralladura de limón. No podía faltar en la carta de postres de Can Pep.

Sorbete tropical. Refrescante y ligero, un claro ejemplo de que un postre también puede ser saludable.

Sorbete de limón al cava con fresas. Otro de nuestros sorbetes que encanta a quienes lo prueban. El toque de cava y el acompañamiento con fresas recuerdan a aquella escena de Julia Roberts en la bañera en «Pretty Woman».

Vino dulce Ximénez Spínola. Por último, un postre que se sirve en copa, y es que en muchos lugares se elige finalizar una buena comida o cena con una copa de vino dulce. Qué mejor que hacerlo con un caldo de la Denominación de Origen Pedro Ximénez disponible en nuestra selección de vinos.

Y para quienes no se deciden…

Si no te decantas por uno de los diez postres de nuestra carta, ¿por qué no probar varios de ellos? Esto es posible si pides la bandeja variada, recomendada para degustar algunos de los postres mencionados para 2 personas.

Y a ti, ¿con cuál se te hace la boca agua?

En Can Pep servimos una de las mejores carnes a la piedra en Mallorca. Una técnica culinaria que consiste en la cocción de la carne sobre una piedra de origen volcánico, generalmente basalto. El calor que desprende esta piedra, que se encuentra a una temperatura de unos 250-350 ºC, permite la cocción inconfundible de los platos de carne a la piedra.

La carne a la piedra de Can Pep, restaurante en Port d’Andratx, es uno de los platos más solicitados por nuestros clientes. Un sabroso chuletón fileteado a la piedra para chuparse los dedos.

Para lograr el punto perfecto de la pieza de carne, la superficie de la piedra debe mantener altas temperaturas de forma constante. De lo contrario, se vería interrumpida la cocción del alimento y esto se notaría en el resultado final. El punto de esta carne a la piedra en Mallorca, que servimos en Can Pep, siempre depende del gusto del consumidor. No obstante, la técnica permite elegir el momento justo en el que se da por terminada su primera cocción y después el propio comensal decide si seguir cocinándola con el propio calor del basalto.

Claves para una buena cocción a la piedra

La superficie de la piedra volcánica debe ser totalmente lisa, para que entre en contacto con la carne de forma homogénea. Tampoco hay que descuidar su limpieza: la piedra debe dejarse como la patena después de cada cocinado.

Por su parte, la carne ha de ser de primera calidad, algo que cuidamos con mimo en Can Pep. Antes de cocinarla, es conveniente mantenerla durante unos minutos a temperatura ambiente, lo que evita el choque térmico del producto recién sacado de la nevera. También hay que prestar especial atención al tamaño de la pieza: cuanto mayor sea, más tiempo de cocción requerirá y viceversa.

Por último, llega la experiencia culinaria de disfrutar de una buena carne a la piedra en Mallorca, en un enclave natural único como es Port d’Andratx. En Can Pep no nos cansamos de servir este rico plato, con el que los clientes disfrutan no solo de su delicioso sabor, sino también de participar en el cocinado hasta que se encuentre a su gusto. Solo podemos decir… ¡que aproveche!